Trastorno Bipolar

Hola a todos, Cómo les va? Espero que muy bien...

En esta ocasión les traigo una actividad de la materia F.V.T en la que la profesora le entrego a cada alumno un trastorno diferente y nosotros debíamos realizar un relato como si nosotros lo viviéramos.

Sin nada más que agregar espero que les guste:

Relato de una persona con trastorno bipolar:

Me llamo Valentino Galfré. Soy contador y padezco un trastorno bipolar desde hacen ya diez años. Siempre pensé que contar mi historia y la evolución positiva de mi enfermedad podría beneficiar a otras personas con la misma enfermedad mental que padezco y más si desconocen de la misma, como todas las enfermedades mentales, provoca unos prejuicios y unos temores intolerables a la mayoría de las personas.

Cuando me propusieron escribir en primera persona contando lo que me pasa, comprendí que era el momento de responsabilizarme e informar a todos aquellos que luchamos cada día con una de estas dificultades, pero que es posible mejorar. Con una autoestima elevada, y en uno de mis episodios maníacos emprendo este reto personal para el que, tras un inmenso esfuerzo, estoy capacitado.

Me gusta definir el trastorno bipolar como un vaivén anímico hacia arriba y hacia abajo, una fluctuación entre alegría extrema y depresión insondable salpicado de fases intermedias, que se repiten una y otra vez. Para mí, el trastorno bipolar se ha convertido en una forma de vida, una toma de conciencia plena de la enfermedad que me hace estar alerta cada día: la toma de la medicación, ir cada semana al grupo de psicoterapia, evitar situaciones estresantes, llevar una vida lo más ordenada posible e intentar circundarme del afecto de las personas que me rodean para que sus ojos me adviertan de lo que no veo cuando pierdo la lucidez.

Los seis primeros años de la enfermedad fueron un continuo peregrinar. Pasé por ocho euforias y dos depresiones. No conseguía concienciarme de que padecía una enfermedad crónica y de que tenía que hacer todo lo posible por evitar más episodios maníacos. De hecho, mi adhesión al tratamiento farmacológico dejaba mucho que desear y, en innumerables ocasiones, olvidaba tomarme las sales de litio prescritas, el estabilizador del ánimo necesario para impedir las sucesivas recaídas que sufrí durante seis años. A eso se añade la vida completamente desordenada que llevaba y las pérdidas sociales (amigos, compañeros de trabajo, etc.) y laborales que padecí. Pero así fue también como me fue acomodando al trastorno y entendiéndolo más y más.

Por lo que en estos cuatro años siguientes gracias a todos los tratamientos que realizo indicados por mi psicoterapeuta y otros especialistas pude ir mejorando poco a poco, pudiendo así pasar estos cuatro años solo con dos episodios maníacos y ninguno depresivo… a lo que quiero llegar con esto, es que si tienen alguna duda de que si sufren o no alguna enfermedad mental recurran a un médico urgentemente, y que si tienen voluntad y dan lo mejor de ustedes estoy seguro que van a poder ir mejorando poco a poco como yo lo estoy logrando.

Gracias por escucharme.


-El Mundo de Galfre